sábado, septiembre 01, 2012

Dieta paleolítica



Me reconozco algo troglodita; Adoro el sushi, el steak tartare y el carpaccio: ese delicioso filete, muy fino, sumergido en aceite de oliva y especias. También soy bruta, a qué negarlo. El instinto me puede. Si tengo hambre o sueño, mejor, evítame, forastero. Y si aguanto el verano es porque puedo ir casi desnuda, soltar las caderas y dar largas caminatas descalza por la orilla de la playa. Total, que me pones un hueso en la cabeza y soy tan feliz como Pebbles Picapiedra. 

 Cuando conocí que existía la dieta paleolítica, me dije: tate, esto es lo mío. Loren Cordain es un científico americano padre del invento. Sostiene que la especie humana ha evolucionado con determinados alimentos durante el 95% de nuestra existencia y éstos son las frutas, verduras, las carnes y pescados criados en libertad. Los defensores de este estilo de vida consideran que hemos de volver a la era pre agrícola, es decir, antes, de la puesta en marcha de los cultivos, antes de la sistematización de la cría y engorde del ganado. Esto no es ninguna tontería. Las grasas del jamón de bellota o del chato murciano son saludables. Las de los bichos que malviven en los criaderos, no. 

 Cordain tira por tierra algunos mitos. Por ejemplo, el buen predicamento que tienen los cereales en la pirámide alimenticia: gastamos demasiadas energías en su procesado y por eso vivimos en una sociedad cansada. Comer varias veces en el día también les parece una absurda pérdida de tiempo. Resumiendo: tírate a lo crudo, muévete todo lo que puedas porque en eso radica la esencia de nuestra especie y lo que nos hizo evolucionar.

A todo esto le encuentro un pero. Por suerte, la civilización nos ofrece grandes creaciones: el croissant, el vino, el arte, la literatura, el cine, la intelectualización de las pasiones o la fascinación por la moda. Sinceramente, no me veo comiendo bayas y viviendo “in the musgo” más de tres días seguidos. Somos depredadores y primitivos, de acuerdo, pero también creativos y sofisticados

1 comentario:

Bárbara dijo...

Bien dicho!los extremos....q son muy malos