sábado, septiembre 07, 2013

Llueve






La lluvia suena a Jazz. A veces a acordes melancólicos de piano. Al ritmo poppy de algunas canciones de los 70. La lluvia limpia las casas y las calles, refresca el ambiente. La naturaleza decide darnos un regalo y nos envía esas gotas juguetonas que nos inspiran, que perfuman el monte y los pinos. Esa lluvia que a veces suena a ausencia porque nos gustaría contemplarla con algunas personas que ya no tenemos cerca. La lluvia siempre es alegría. Incluso en ausencia, la lluvia nos recuerda que hubo vida tras los cristales. Que hay vida si decidimos salir a la calle y mojarnos. Que mojarse es fundamental para vivir, al menos para vivir con intensidad.

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