jueves, marzo 01, 2018

Despasito

Hoy todo son prisas. Conoces a alguien y ya en la primera cita quiere meterse en tu cama. O en la segunda. Cero galanteo. Es agotador frenar la insistencia por el contacto carnal sin mediar palabras, deseos, pretensiones. Es la cultura del disparo y me largo. Un horror. Con lo divertido que es jugar.
Lo peor es que te invitan a cenar y creen que eso es el pasaporte a entrar entre tus pechos. Accedes a conocer a alguien o muestras curiosidad y lo toman como una ‘green card’ para acceder a tu anatomía. Pues no. Resulta hasta aburrido.
Señores, entiendo que el verano es muy malo. Que llevamos mucha carne al aire y que somos mortales, polvo que va al polvo, ‘carpe diem’, si total son cuatro días, etcétera… Yo lo entiendo todo pero ser divorciada no te convierte en carne de cañón, en pieza de matadero. No estamos locas, no somos unas salidas, no estamos desesperadas y, por supuesto y fundamental, a todas sin excepción nos encanta sentirnos especiales, admiradas y queridas. Las demostraciones de afecto nos entusiasman a todos por igual. Y más aún si son incondicionales. Sin esperar el hueso a cambio. En todo caso, la deliciosa golosina.
Lo hemos convertido todo en una transacción y ustedes quieren que seamos mercancía. No sé qué sentirán el resto de mis compañeras, damas y señoras, imagino que a muchas no les importa el sexo casual o de fin de semana y luego si te he visto no me acuerdo pero me atrevo a escribir esto: nuestra sexualidad es distinta y lleva otro ritmo. El sexo rico no se consigue ni con una ni con dos citas. Como todo lo rico en esta vida se ha de cocinar a fuego lento, seleccionando los condimentos, las palabras, los momentos y, por supuesto, es una alquimia que rara vez se da de forma instantánea. Si tenemos la suerte de encontrar algo así, perfecto, pero ese amor a primera vista es algo completamente excepcional.
Señores, recuperen el instinto de la caza. Señoras (la que quiera) jueguen a esconderse. Sin duda, todo será mucho más divertido. Y que me llamen antigua, que me encanta.

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